La Federación de Asociaciones de Personas Sordociegas de España (Fasocide), la Asociación Española de Familias de Personas con Sordoceguera (Apascide) y la Fundación ONCE para la Atención a Personas con Sordoceguera (Foaps) reclamaron este martes el derecho que tienen las personas sordociegas a ser visibles ante los demás y así poder conectarse con el mundo que les rodea.
Así se expresaron en un acto reivindicativo que tuvo lugar bajo el lema ‘Más visibles, más conectadas’, en el que se reunieron las principales entidades del ámbito de la sordoceguera, coincidiendo con la celebración del Día Internacional de las Personas Sordociegas.
Este acto contó con la participación de la subdirectora general de Coordinación y Ordenación, Mercedes Jaraba, y el subdirector general de Diálogo Civil, Jesús Celada, ambos de la Dirección General de Políticas de Apoyo a la Discapacidad (Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad), junto con el presidente de Fasocide, Francisco Javier Trigueros; la presidenta de Apascide, Dolores Romero; la vicepresidenta de la ONCE, Patricia Sanz, y el presidente de Foaps, Andrés Ramos.
En dicho acto, los representantes de las tres entidades incidieron en la necesidad de impulsar la elaboración de un censo de personas sordociegas que ayude a hacer una radiografía lo más ajustada posible a la realidad para poder ejecutar las diferentes políticas con el mayor rigor y exactitud posibles. A falta de ese censo exhaustivo, se calcula que en España hay más de 6.000 personas sordociegas.
En este sentido, Sanz indicó que desde Foaps “se viene haciendo un gran esfuerzo para que las personas con sordoceguera puedan acceder a los servicios en las mismas condiciones que el resto de afiliados, haciendo un especial hincapié en garantizar que les llegue la información con la misma calidad poniendo a su disposición la especialización que sea necesaria”.
Por su parte, Trigueros reconoció que “gracias al trabajo de todos poco a poco estamos llegando a más sitios, aunque queda mucho por hacer para que las personas sordociegas sean más visibles”, e hizo hincapié en que “las personas sordociegas todavía no están en igualdad de condiciones”.
Asimismo, Romero incidió en que “si bien la tecnología es una ayuda muy importante para las personas sordociegas, jamás podrá sustituir al papel de las personas, ya sean mediadores, guía-intérpretes o las familias”.
Finalmente, Jaraba quiso reconocer el trabajo de estas tres entidades, sin el cual “las personas con sordoceguera no estarían donde están”, e hizo referencia a la próxima aprobación del reglamento que regule la situación de estas personas, en el que lo más importante es que “por primera vez se ha incluido una definición de la sordoceguera, a partir de la cual se puede comenzar a trabajar con unas ideas más claras”.